Uno de nuestros recientes clientes nos cuenta porque decidió dejar la ciudad por el Oriente Antioqueño, que la llevo a vender su propiedad en Medellín y comprar una finca en el Carmen de Viveral. No se trata de un fenómeno nuevo, cada vez más personas de diversos perfiles deciden comprar un lote o una finca en el Oriente Antioqueño, contribuyendo esto al fenómeno que no es único en nuestra región, sino que se trata de una tendencia global. En este artículo hablaremos de este nuevo paradigma que afecta la compraventa de inmuebles en el oriente Antioqueño.
Maria del Pilar decidió dejar su apartamento en El Poblado en Medellín y mudarse a una verada cerca al Carmen de Viboral, una población de poco más de 50.000 habitantes en el Oriente Antioqueño porque buscaba salir de la ciudad, alejarse de la contaminación e intentar una vida más tranquila con menos estrés.
Ingeniera Mecánica de 44 años admite que la pandemia anticipó su decisión. La libertad que le permite el teletrabajo le dio el espaldarazo definitivo para dejar atrás la gran ciudad: ‘‘Necesitaba un lugar donde pudiera respirar junto a mis mascotas y tener acceso las 24 horas a espacios abiertos y rodeados de naturaleza”‘. Reconoce María del Pilar.
La demanda para encontrar alojamiento en zonas rurales es una tendencia al alza en el Oriente Antiqueño desde que el mes de marzo cuando se decretaron las primeras medidas que nos llevaron al confinamiento, las búsquedas de fincas y lotes rurales se han incrementado un 40% desde enero, según datos del portal orienteraiz.co.
Los aumentos más evidentes se presentan fuera de los grandes centros urbanos, todas aquellas zonas rurales o veredales que rodean los grandes centros de población están notando este fenómeno de migración de la ciudad al campo, fenómeno que no es ajeno a la historia puesto que tendríamos que trasladarnos hasta épocas de la revolución industrial, momentos en los que también se vivió un fenómeno similar.
Esta migración de la ciudad al campo no es un fenómeno nuevo, pero la crisis de la pandemia ha fortalecido la tendencia, como observa Juan David, Arquitecto Oriente Antioqueño. Nos cuenta que se “ha enfocado en desarrollar proyectos en zonas rurales”. Según sus datos, las solicitudes para desarrollar proyectos de vivienda campestre se incrementaron un 30% en los meses posteriores al confinamiento. Muchas de las personas interesadas ya llevaban tiempo pensando en vivir en el Oriente Antioqueño, explica Juan David, pero la pandemia les ha servido de impulso definitivo.
Colombia tiene alrededor de 48 millones de personas de los cuales cerca de 11 millones de colombianos viven en las zonas rurales. La cifra fue desvelada por Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Administrativo de Estadística (Dane) durante la presentación del Censo 2018.
Para un importante número de habitantes de los grandes núcleos urbanos la pandemia ha sido una razón definitiva que les invitaba a huir de las grandes ciudades. Especialmente las familias, que se han visto obligadas a estar confinadas en espacios pequeños, sin un espacio abierto para airearse, sin lugar suficiente y adecuado para compaginar el teletrabajo con la tele – escuela, sin una zona de juego para los pequeños de la casa.
Por eso en los últimos meses se ha registrado un verdadero auge en las solicitudes para comprar una vivienda, finca o lote en el Oriente Antioqueño, especialmente en zonas rurales.
Es de destacar que muchas de las solicitudes nuevas provienen de personas que quieren desarrollar proyectos de tipo empresarial. El turismo tipo Glamping, proyectos de Ecohoteles, toman cada vez más fuerza dentro de las opciones de ocio y son cada vez más comunes y familiares para el gran público.
Solo el tiempo nos dirá si esta tendencia global de trasladar nuestras residencias del área metropolitana al Oriente Antioqueño se mantiene o ¿viene dada solo por diferentes factores que sumados crearon este fenómeno? ¡Amanecerá y veremos!
